sábado, 3 de noviembre de 2007

Puente hacia el pasado


Este puente, no sé porqué, me ha dado por mirar hacia atrás, justo un año hacia atrás, y pensar en todas las cosas que nos han ocurrido, todos los momentos, buenos y malos, que hemos pasado.

Desde las noches de halloween de 2006, cuando tres pintamonas que soñábamos con ser catequistas, salimos de marcha sin haberlo planeado siquiera y bebimos y bailamos para ahuyentar los malos espíritus durane horas, hasta que hace un par de noches, los mismos pintamonas (algunos se quedaron en el camino y otros nuevos llegaron), nos transformamos en un pequeño gupo de Zorros de la noche, y blandimos nuestras espadas (en caso de tenerlas), simplemente para hacernos notar en las calles de Nervión. ("la minipandi al poder...")


Estos días he terminado, un poco inesperadamente, en la ciudad de Cáceres, lugar al que acudí para asistir a unas jornadas sobre la blogosfera. (ironías de la vida, ya que yo nunca he tenido el más mínimo interés sobre blogs, y ahora, me encuentro de nuevo retomando el mío, que nunca he cuidado mucho).


Y ha sido paseando por el centro de la ciudad , y dándome cuenta de la hermosura de las construcciones medievales que se alzaban sobre mi cabeza, majestuosas todas ellas, hechas con piedras que habrán resistido tormentas y batallas, cuando he pensado que todo en esta vida nos sorprende, incluso aquello que esperamos sea lo más corriente.

No sé que espeaba encontrar en Cáceres, pero desde luego no lo que he visto: Una ciudad con belleza, una ciudad con historia, llena de castillos que anoche se me antojaban encantados, alumbrados tenuemente por luces que dejaban ver las estrellas. Un gerrero Orión que se mostraba majestuoso desde su posición privilegiada de guardián de la galaxia.


Y se me vienen ahora a la cabeza fragmentos de un libro que estoy leyendo por segunda vez. Habla muy brevemente de la capacidad de asombro que tenemos los seres humanos, todos los niños nacen con esa capacidad, la capacidad de sorprenderse con las cosas que descubren, con aquello que el mundo les muestra por primera vez, segunda, tercera... hasta que se acostumbran, nos acostumbamos a ver, a oler, a respirar, dejando de apreciar esos pequeños regalos, esas pequeñas sorpresas que nos da la vida.

Me ha encantado sorprenderme este puente que aún no ha terminado, que empezó con disfraces y ginebra y me ha llevado a parar al norte de Extremadura; Qué empezó sorprendiendome y ha terminado por hacerme ver que todo en mi vida es nuevo, cada vez que parpadeo, cada vez que miro a mi familia, a mis amigos, he de hacerlo como si lo hiciera por primera vez, sin dejar de sorprenderme.

2 comentarios:

AnY dijo...

fiteeeee!!!quien me iva a decir q tu tenias un Blog..y la cosa q no se como he dado con el;)..pero vamos que ya me voy a abituar a leer tu blog ok?sere una fans mas;) jejeje
En fin...1 Blogera mas;)Muak!tqºª.Anyta

Miguel dijo...

Illa intrigao con lo buena que está la ginebra...habrá que ir cambiando hábitos. Por cierto que dile a Jesús que me debe un café pa que me cuente todo lo que solté por mi bocaza aquella noche...y que por supuesto, no recuerdo...ahora que mis neuronas se estaban revitalizando...vaya tela.
Como no leas mi blog lo vas a flipar...
mesarinconcafe.blogspot.com